Holanda le gana en béisbol a Cuba con 14-1
- Karen Chuca
- 17 mar 2017
- 1 Min. de lectura

Cuba se despidió del Clásico Mundial de Béisbol por la puerta de la humillación y quien se la abrió de par en par fue Holanda, el país que se ha venido transformando en la mayor sensación del juego de la pelota.
La novena europea aplastó 14-1 al combinado caribeño en uno de los golpes más contundentes que ha recibido el béisbol cubano en su historia, que terminó noqueado en siete entradas y eliminado del mundial.
Cuesta asociar el resultado a dos países que han sido tan opuestos por tradición, uno reconocido como una de las mayores potencias de fútbol y el otro histórico monarca del béisbol, pero lo cierto es que si la victoria de Holanda resulta tan sorpresiva para la mayoría, hay un detalle que hace entendible el salto de calidad que ha tenido en los últimos diez años.
El béisbol en Holanda no se remite sólo al territorio del reino en Europa, sino también a dos pequeñas islas ubicadas en el mar Caribe que fue donde se fraguó el asalto naranja al béisbol.
La relación del balón con la pelota en Holanda se remonta a sus inicios, hace ya más de 100 años, cuando varios de los principales clubes de la liga holandesa de fútbol formaron sus propias novenas de béisbol.
Es cierto que pese a este surgimiento el béisbol sigue siendo un deporte de nicho en Holanda, donde el fútbol es de lejos el más popular seguido de ciclismo, hockey sobre césped, patinaje y voleibol.
Pero con triunfos como los de este miércoles y su segunda clasificación consecutiva a las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol, el honkbal, como se conoce al béisbol en Holanda, seguirá creciendo.














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